“LA LITERATURA Y EL PLACER DE SU LECTURA DESDE FUERA DE LA ESCRITURA” Por Alicia Rosell
“LITERATURA Y PLACER”
El placer de la lectura visto desde fuera de la Literatura
Luisa Etxenike, escritora y presidenta de la Asociación de Escritores de Euskadi/Euskadiko Idazleen Elkartea
Por Alicia Rosell
La tarde del 4 de octubre de 2010 podría muy bien haber pasado inadvertida para muchos bilbaínos si no fuera porque en la “Biblioteca de Bidebarrieta” nos juntamos un grupo de escritores vascos -los primeros de entre los que ya forman parte de la recién creada “Asociación de Escritores de Euskadi/Euskadiko Idazleen Elkartea” a través de la iniciativa y encomiable gestión de la escritora Luisa Etxenike-, la autora donostiarra ganadora del Premio Euskadi de Literatura 2009 por su obra “El ángulo ciego”- quien además es su presidenta.
Fue agradable reencontrarme con Javier Maura dos años después de otra presentación, la de la por entonces última novela de Javier Abásolo; saludar a Javier Otaola por vez primera, intercambiar algunas impresiones con Luisa Etxenike -siempre accesible y cordial-, la actriz Carmen Pardo, o Beatriz Celaya, a quien pude dar las gracias por acudir a la presentación de mi poemario el pasado 23 de junio; así como saludar a varios autores que me "reconocieron" a través del facebook, como Alex Oviedo -editor de la revista www.escritoresvascos.com-, Joel López Astorkiza -que se dirigió a mí para saludarme-, o ver presente a Esther Zorrozúa, a quien hasta entonces sólo conocía por foto.
Fernando García Pañeda, quien se diera a conocer con “Las lágrimas de Eurídice” también asistió como escritor miembro de la asociación. Txetxu Barandiarán ocupaba un par de filas de butacas por detrás de la mía. Una tarde -en definitiva- dedicada a charlar sobre el placer de la Lectura sin desdeñar para nada el placer de disfrutarla en grata compañía.
La larga mesa dio para que se reunieran junto a Luisa Etxenike, Mila Beldarrain, María Eugenia Salaverri, Eli Tolaretxipi, Javier Maura, Javier Otaola y Alex Oviedo. Así, bajo el lema, "La Literatura y el Placer" se dio comienzo a la segunda jornada de este tema a la que seguirán más ocasiones de "encuentros" para los socios. para leer sus micros textos donde nos hablaron sobre qué supone para ellos la lectura como placer en nuestra vida diaria sin olvidar que aquéllas lecturas son, en alguna medida, responsables de nuestro oficio de escritores.
Los participantes del evento nos brindaron una rica selección de textos propios y de autores inmortales por sus obras, algunos de cuyos extractos fueron rescatados de entre sus primeras lecturas de los tiernos años de la adolescencia, como hizo Alex Oviedo, que nos deleitó con una lectura de Enrique Jardiel Poncela y nos recordó la época de los “Estudios Uno” de TVE hace dos o tres décadas. Las dos actrices interpretaron una escena de “Un corazón sin freno y marcha atrás” de dicho autor, le siguió un capítulo de una novela de Javier Otaola que suscitó en mí el deseo de conocer más de la historia, o dos cuentos de María Eugenia Salaverri que hicieron que el placer de la literatura inundara mis sentidos. Otros textos, así mismo, fueron leídos por los propios autores, resultando no menos interesantes las intervenciones de Eli Tolaretxipi y Mila Beldarrain, autoras que me dejaron una agradable impresión por su oratoria, -una- y por sus reflexiones, la otra.
Una tarde la del lunes día 4, resumiendo, que transcurrió entre amigos y colegas escritores/as que leyeron sus relatos y que para mi desconsuelo no quedaron perpetuados en mi grabadora, así como tampoco mi foto aparecerá en la fotografía de grupo que se tomó al finalizar el acto. Razones de peso como no ser “socia aún” no lo permitieron. Pero como alguien me comentara: “Habrá más ocasiones”.
La intervención de cada uno de ellos resultó amena y distendida, con lecturas que dejaron resonancias -voces de otro tiempo pasado- que quedarán flotando en el salón de actos de la Biblioteca en ecos y reminiscencias de días de un pasado que por siempre ya serán absoluto presente.
La humildad y el buen juicio del que sólo una gran mujer puede hacer gala, hicieron que Luisa Etxenike interviniera para cerrar el acto, y no para abrirlo. Sus palabras -tras leer su breve y somero pero vibrante discurso- fueron recibidas con efusivos aplausos por parte de los asistentes. No merecía menos de nuestra parte quien es la persona artífice y promotora de este hito cultural en el País Vasco.
No caben dudas. La autora y catedrática donostiarra ha sentado unas bases que esperamos de corazón se solidifiquen en una era de globalización cultural dentro de la globalización general que vivimos y donde la disociación y/o el partidismo de opiniones en nuestra tierra no debieran empañar tan grandioso gesto en aras a contribuir por la paz. Porque desde la Cultura a través de las letras y sus escritores, sin distinción de raza, color o procedencia, también se alcanzan pequeñas metas y, pausuz- pausu (paso a paso) se salvan barreras. Tampoco decaigan quienes pensaron que fue escasa la presencia de autores, siempre los comienzos son así y más aún cuando un sector del gremio no entiende que la Literatura se puede separar de los paradigmas que ya todos sabemos, arrostra nuestra sociedad vasca.
Los ecos de nuestras conversaciones entrecortadas a esa hora en que cada cual regresaba a su casa bajaron las escaleras tras de nosotros y con nosotros, liberando así el recinto del ambiente caluroso que nos trajera el viento Sur que nos acompaña desde siempre, todos los octubres.
Se celebró el acto en la Biblioteca de Bidebarrieta, en realidad, antigua “Sociedad EL SITIO”, la sede original que fue creada durante la última guerra carlista tras la victoria de la Villa después del sitio que durara casi dos años y de cuyo suceso histórico, tomaría el nombre.
Unamuno también asistió al encuentro literario; pero no crean que elucubro. Su figura permanecía hierática en el asiento del mismo palco desde donde en vida siempre lo hizo y soporta las bromas que algunas veces se hacen sobre su “presencia insoslayable” como espiándonos a todos sin mediar palabra desde su perenne gesto y con la mano sujetándose sus menudas barbas.
Porque si ayer Unamuno, hubiera “levantado la cabeza” y desde su eterno reposo, regresado corpóreo a su palco, se habría sentido más dichoso que nunca y olvidado aquéllas polémicas que sobre él se levantaron cuando decía sentirse bilbaino y no bilbaíno.
Fue un placer compartir ese rato ameno y gozoso de disfrutar el placer de la Literatura a través de la lectura cuando es consecuencia del acto noble del viejo oficio de escribir, sea a través de la propia mano o la ajena.
Pues ya lo saben, amigos y colegas vascos, escriban en castellano, euskera o en ambos idiomas. He aquí la oportunidad que más de uno esperaba para formar y sentirse parte de la “Asociación de Escritores de Euskadi/Euskadiko Idazleen Elkartea”. En los albores de una nueva sociedad debemos ya comenzar a reunimos para que todos los escritores que nacimos o habitamos en esta nuestra tierra tengan una oportunidad de equidad al aunar así las dispares voces de la Literatura Vasca. Para que se sepa que existimos y porque la unión, hace la fuerza.
Mis mejores deseos de éxito y crecimiento van desde aquí a quienes han creado y forman ya parte de la Asociación de Escritores Vascos. Desde el placer de escribir este artículo casi a título personal y como una reflexión interior acerca de las impresiones que recibí, felicidades a todos/as.
Alicia Rosell, en Bilbao el 5 octubre 2010
Yo no le doy importancia a mis humildes letras, pero estoy muy orgulloso de saber que sus más insignes creadores nacidos en mi lugar de origen, tienen una sociedad donde reunirse.
Posted by Beni | miércoles, 01 diciembre, 2010