Ryszard Kapuscinski : "Muerte de un periodista"
El escritor polaco estaba considerado como un maestro de reporteros y un referente ineludible en el periodismo mundial. |
Dos días antes había tenido un libro suyo entre mis manos. Me atrajo el título. Un día después lo vi en cierta web y pensé comprarlo. Me seguía atrayendo el título. Entonces poco sabía de este escritor y periodista. Se llamaba Ryzsard Kapuściński. Leí que había fallecido. En mi ordenador refulgía su extraño nombre. Sucedía el mismo día en que lo conocía: era un autor nuevo para mí y descubrí que era suya la obra que había tenido ante mis ojos. Una aciaga casualidad evitó que creciera mi inquietud por ese libro que hojeé y pasé a lamentar la pérdida de su autor.
Supe que había fallecido en Varsovia a la temprana edad, sí, temprana -digo bien-, de 75 años. Les cuento que quien había sido destacado periodista y escritor había realizado su último viaje al quirófano de un hospital. Tenía que ser intervenido en un desesperado intento por salvar su vida, una vez más, un día más con vida... pero esta vez no podría narrar su aventura a pesar de estar en primera persona, al pie de la noticia, como estuvo toda su vida.
Leí que nació en Pinsk allá por 1932, muy cerca de aquélla Polonia que ahora ha pasado a llamarse Bielorrusia, y que había cursado estudios de Historia en la Universidad de Varsovia de donde salió licenciado el mismo año en que yo nacía. Que mientras esta escritora en ciernes les narra una crónica que titula "Muerte de un periodista", Richard, es como suena pronunciado su nombre, el día de su fallecimiento -que coincidía con el mismo año que yo nacía-, se estrenaba como escritor con la publicación de The Polish Bush. No es un símil caprichoso éste, y es que las casualidades a veces tienen su razón de ser, o de no ser.
Ahora sé que todavía le sobraba tiempo para compaginar su actividad periodística con la literaria. Que Ryszard Kapuściński siempre estuvo muy bien considerado entre sus compañeros reporteros del mundo, e incluso en la sinopsis de la novela que aquí plasmo con estilo ignoto para mejor ilustrar este homenaje personal, era, es y seguirá siendo, un referente en el mundo del periodismo: porque supo aunar la literatura de viajes con la mente ágil de la que está dotado todo escritor que cultiva el género del periodismo. Porque fue testigo presencial de las convulsiones que llevaron a la progresiva descolonización de África y lo plasmó en su libro más conocido, Ébano. Escribió otras obras: Un día más con vida, sobre la revolución en Angola. La guerra del fútbol, donde logra descubrirnos algunos conflictos de Iberoamérica... todo esto lo leía hace dos días, pero fue su último libro Viajes con Heródoto, en el que recrea sus primeros viajes acompañado únicamente por la Historia del mítico historiador griego, el que reclamó toda mi atención, primero en una librería y luego en una web. Cuando saltó la noticia de su muerte también supe que siempre había sido considerado el primer reportero de Occidente. ¿Dónde estaba yo para no saber nada de él? Lo conocí el día en que murió, y su libro lo leeré porque mi intuición así me lo dicta.
A modo de sinopsis: "Viajes con Heródoto" es una simbiosis de géneros donde se compaginan relatos, textos de tinte autobiográfico, crónicas de viajes y reportajes periodísticos. Simbiosis que depara en una desviación de caminos. El autor nos narra en esta obra los episodios de sus visitas a la India, Egipto, Congo, Argelia, Irán, Sudán, Senegal o China. Desde que sale en 1956 de su Polonia gris con destino a la India, Ryszard Kapuściński llevaría siempre consigo el libro que cambiaría su vida: Heródoto de Halicarnaso que fue el primer autor que documentó la diversidad del mundo a través del proceso de observación directa: es decir, quien puede ser considerado el padre del periodismo moderno o reportaje. La mirada de un griego de la antigüedad manifestando la misma curiosidad por su entorno que la de un polaco de nuestra época.
Lo curioso de este libro es la propuesta incesante que el autor nos hace de viajes que traspasan las fronteras del tiempo: Lao Tse convive con Louis Amstrong, los refugiados de la guerra del Congo con el ejército persa, derrotado en Salamina... ¡Y el oráculo de Delfos con el Teherán de 1979!
Kapuscinski recibió numerosos premios y nombramientos: Doctor honoris causa por la Universidad de Silesia (1997), premio Alfred Jurzykowski (1994), premio Hansischer Goethe (1998), premio Imegna (2000), el Pen Club polaco (1989), el premio Príncipe de Asturias de las Comunicaciones y las Humanidades (2003) y el V Premio de Periodismo Miguel Gil Moreno (2006). Su nombre sonaba con insistencia desde 2005 como candidato al premio Nobel de Literatura. Sólo un milagro podría conseguir que se le concediera a título póstumo".
Corría 1962 cuando se publicó su primer libro, The Polish Bush. Un hombre de naturaleza inquieta removería los cimientos de la profesión periodística a partir de esta fecha. Personalmente, y aunque suene extraño, hacerme eco de esta noticia me sirvió para conocerlo y profundizar en su vida y obras. Pero así es la vida. Un viaje sin retorno donde la muerte imprime la última palabra de cualquier reportero y su reportaje.
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“Ser periodista implica sacrificar la vida misma. Es un oficio que conduce a la soledad, que afecta a la salud. Es como la vida del misionero, que también visita otros pueblos y trata de entenderlos”. (Lapidarium)
“Para escribir una cuartilla necesito haber leído antes por lo menos 100”.
-Más reflexiones de Kapunscinski, Aquí-
El periodista y su poesía.-
Bloc de notas (1986)
en la calle Wolska
Pobreza
pobreza
al caer la noche
pobreza borracha.
Por qué
El mundo
Pasó volando a mi lado
Tan de prisa
No se dejó retener
Acercársele
Tratar de tú
Lanzado a la carrera
Un punto que se desvanece
Las portadas de 'Viajes de Heródoto' pertenecen a la edición de 'Círculo de Lectores' -la de arriba- y a la de 'Anagrama' -la inferior-. Dos muy buenas ediciones a mi modo de ver.
©Purificación Ávila.© 26 de enero de 2006.
Etiquetas: Mis artículos
Se ha ido un gran periodista, historiador y un ser comprometido con lo que realizaba. Nos queda su obra para tenerlo siempre presente.
Un abrazo, Puri.
Posted by Magda Díaz Morales | viernes, 26 enero, 2007
Así es, Magda. Gracias a sus obras nos quedará siempre el recuerdo de su paso por la vida, el periodismo y la literatura. Es el lado positivo de la Creación.
Un abrazo para ti también, amiga Magda.
Posted by Alicia Rosell | viernes, 26 enero, 2007
Creo que tu comentario de hoy tiene todos los postulados de ser un buen articulo periodistico porque sirve para informar a la vez que comentas la noticia. Todos los viejos profesionales admirabammos a Kapuscinski porque fue un maestro incluso para los de la generación de su edad. Tengo sobre mi mesilla su libro "Los cinicos no sirven para este oficio" y ya te puedes figurar de que oficio se trata. Solamente tuve una ocasión de charlar con él en Oviedo y me parecio un hombre abierto y con ideas muy claras. Y su muerte me cogió de sorpresa como a casi todos.
Otra cosa. Si quieres saber quien es para mí el periodista en lengua castellana que mas se aproxima te diré que el uruguayo Eduardo Galeano. Te recomiendo su libro "Las venas abiertas de América Latina". Puede que esté descatalogado, pero ya sabes donde buscarlo.
Posted by Orestes (Ex Al) | viernes, 26 enero, 2007
Pues no sé yo si este estilo es muy periodístico, Al. Ya has visto que lo he narrado desde el punto de vista de la primera persona, el mío.
Pero sigue siendo demasiado "extenso", benévolo amigo y periodista.(Por cierto, no es inventado. Me ocurrió de veras y lo narro como lo sentí).
Tomo nota de tus libros y efectivamente, sé dónde buscarlos.
Por cierto, tengo que averiguar sobre Eduardo Galeano. Me abriste la curiosidad, Al. ¡Gracias, amigo!
Puri.
Posted by Alicia Rosell | viernes, 26 enero, 2007
Mañana, mañana ataco aquí, al gran acierto que has tenido en esta reseña de Kaspucinski.
Posted by Bartleby | sábado, 27 enero, 2007
Espero impaciente tu ataque, Bart. Estoy segura que lo harás con todo un despliegue de verdades como puños y reflexiones llenas de esa sabiduría con que alimentas cuanto escribes.
Me hace feliz volver a tenerte por mi casa. Un abrazo, amigo.
Alicia Rosell.
Posted by Alicia Rosell | sábado, 27 enero, 2007