LA RESURRECCIÓN DE JESÚS
En Jesús. Una biografía , el historiador Armand Puig reafirma el perfil humano del galileo y su prédica del amor como método de convivencia pacífica. En Tras la huella de Cristo , Kathy Reichs adhiere a las actuales teorías conspirativas en un thriller con asesinatos y robos, además de sugerir que el nazareno sobrevivió a la crucifixión y murió muchos años después. Dos fragmentos imperdibles.
Una biografía rigurosa
¿Cómo escribir la historia de Jesús de Nazareth? ¿Hasta qué punto podemos situarnos en la Galilea del siglo I con garantías suficientes en cuanto a los resultados finales? ¿Se puede escribir un libro sobre un personaje que no fue un líder político ni un general victorioso ni un pensador admirado ni un dirigente religioso reconocido por Israel, su propio pueblo? A pesar de todo, después de su muerte, su memoria perduró y aumentó hasta tal punto de que la historia del mundo no puede escribirse sin él.
Esbozar el perfil del fundador del cristianismo es tarea que muchos han acometido. La inició Marcos, el autor del primer relato sobre Jesús, al que le siguieron Mateo, Lucas y Juan, y otros textos posteriores conocidos como evangelios aunque no aceptados como escritos canónicos a la par de aquellos cuatro (...). La historia de Occidente manifiesta, en sus múltiples expresiones artísticas y literarias, un interés sostenido por la interpretación de la figura del profeta galileo, capaz de suscitar reacciones contrapuestas y despertar la creatividad del espíritu humano (...).
La historia se ha encargado de mostrar que la memoria de Jesús, un profeta y rabino judío del siglo I, no ha dejado de crecer en los últimos dos mil años, y que, especialmente en el siglo XX, se ha extendido por toda la Tierra. De hecho, desde el primer momento, los que se han proclamado seguidores suyos y han visto en él al hijo de Dios no se han identificado con una etnia, una cultura o una lengua, sino que han intentado introducir su mensaje en múltiples y variados sistemas de vida.
El cristianismo guarda la memoria de Jesús, el Cristo, continúa su obra y propone a su persona como punto de referencia fundamental de la existencia. El proyecto de Jesús, su visión sobre Dios y la humanidad, sobre el presente y el futuro, sobre la vida y la muerte, ha sostenido y sostiene muchos caminos y esperanzas, del mismo modo que es un apoyo ante contratiempos y adversidades. Se pueden hacer infinidad de preguntas a Jesús y sobre Jesús, pero quien se aproxima a su persona y a su mensaje recibe no sólo respuestas, sino también preguntas que lo interpelan.
Contemplando ahora el conjunto de la vida de Jesús, emerge su muerte en la cruz como la piedra del escándalo, como el elemento más difícil de digerir. ¿Acaso no es su muerte, en última instancia, una agresión injustificada e injusta? ¿Por qué la salvación de la humanidad tenía que pasar por la muerte del enviado de Dios? Por otra parte, ¿por qué un sufrimiento casi excesivo como el suplicio de la crucifixión tenía que culminar aquella vida, tanto en lo que respecta a Dios, que así lo quiso, como en lo que respecta al mismo Jesús, que libremente lo aceptó? ¿Por qué un inocente tenía que morir como un culpable? ¿Por qué el hijo de Dios terminó colgado en una cruz acusado de blasfemo, sometido a un castigo que, según la ley judía, era precisamente propio de los que Dios rechaza?
La respuesta a estas preguntas no es ajena al dolor del mundo y de los hombres y las mujeres que lo habitan, ajena al sufrimiento de tantos inocentes con los que se identifica Jesús y con los que comparte su suerte. La vida de Jesús reproduce la vida de todos y cada uno de los hombres y las mujeres que han vivido y vivirán en esta Tierra. Su humanidad resulta conocida, familiar, próxima. Sus sentimientos no están por encima de los sentimientos humanos, sino que los penetran en profundidad. Para Jesús, lo humano no es extraño o forastero, tampoco la pasión o la muerte, el desprecio y la injusticia.
Sin duda alguna, afirmas algo que esta en la mente de muchos. Como podemos situarnos con exatitud en una Galilea que nos contaron personas que tampoco la conociero. Por ejemplo de los cuatro evangelistas solo uno, san juan, conocio a Jesucristo.
La película de Mel Gibson me pareció interesante como otrs que tocaron el tema dse forma libre, con anterioridad. Incluso puedo decir que me diverti mucho con la biografí sde los Monty Pyton "La vida de Bryan", Lo que ya no aguanto son las películas acartonadas, quizás porque nos las opbligaban a ver forzosamente en los tiempos del franqusmo.
Con cariño
Posted by Orestes (Ex Al) | jueves, 12 abril, 2007
Siempre habrá dudas sobre cómo ocurrió todo. De todos modos, cuando la realidad se mezcla con la leyenda se oyen cosas tan maravillosas como que Jesús no resucitó, sino que no murió.
Países tan lejanos y distantes entre ellos como La India, Francia y por supuesto, la ciudad de Jerusalem -que sería lo más lógico- disputan entre ellos la posesión de los restos de Jesús.
Se escriben muchos libros, y gracias a la libertad de expresión y un menor encorsetamiento de la Iglesia -renovarse o morir habrán pensado- se empiezan a desvelar las muchas posibilidades que quedan abiertas para antropólogos, historiadores y arqueólogos.
Me pregunto si los Teólogos se plantean el reto desde un punto de vista de investigación meramente neutral... En fin, 'La Historia más larga jamás contada' seguirá haciendo correr ríos de tinta y volverá a llevarse al Cine, con mil y una versiones, espero, siempre y cuando se basen en los numerosos libros que se escriben hoy por hoy.
Gracias por comentar, Al. Agarimos.
Puri.
Posted by Alicia Rosell | viernes, 13 abril, 2007
Siempre me ha entusiasmado lo figura de Jesús, desde que era un niña. Recuerdo los libros de texto de mis hermanos (en tiempos del franquismo, evidentemente y con su particular visión) y cómo los leía para saber más y más sobre ese personaje. Yo creo en su existencia, no lo voy a negar, pero la del hombre, la del hombre bueno,matizando. De jovencita leí muchas novelas dobre su historia (Marco elromano, Quo Vadis, etc, etc,etc.) y todas me reafirmaron en mi convicción.
Un beso.
Charo
Posted by Charo Bolivar | lunes, 16 abril, 2007
Hola, Charo,
Yo creo que la figura de Jesús nunca le resultó indiferente a nadie. Son dos mil años de su omnipotente presencia en el pensamiento y el corazón del Cristianismo.
Naturalmente que Jesús existió, otra cosa es que sea el Hijo de Dios o no. Existió como hombre, quizá como profeta... Fue un hombre bueno y sus prédicas siempre eran buenas. Eso es innegable.
Yo también me leí Quo Vadis y me dejó una profunda huella. En estos días vi la película. Es conmovedora.
Besos, Charo. Gracias por tu doble visita de hoy. La fe mueve montañas, Charo. Hagamos que la montaña se mueva por nosotras aunque sólo sea un poquito y nos de fuerzas, muchas fuerzas.
Buenas noches, bonita.
PURI.
Posted by Alicia Rosell | martes, 17 abril, 2007