La obra breve de Juan Rulfo a 26 años de su muerte
Juan Rulfo. Foto: galeon.hispavista.com
La obra breve de Juan Rulfo a 26 años de su muerte
"El llano en llamas" y "Pedro Páramo" le dieron reconocimiento mundial a este escritor mexicano, fallecido el 7 de enero de 1986.
Sábado, Enero 7, 2012 - 13:56
Puebla, Puebla.- Aunque breve, la obra de Juan Rulfo se consolidó como una de los mejores ejemplos de la literatura hispanoamericana en el siglo XX.
Dos libros fueron los que lo impulsaron al reconocimiento de intelectuales y lectores en el mundo: El llano en llamas y Pedro Páramo; el primero de 1953 y el segundo de 1955. Tanta fue la popularidad en el extranjero, que los visitantes recorrían Jalisco en busca de Comala, escenario de su novela, sin encontrarlo.
Rulfo relató su nacimiento a la escritora María Teresa Gómez: "Me llamo Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno. Me apilaron todos los nombres de mis antepasados paternos y maternos, como si fuera el vástago de un racimo de plátanos, y aunque sienta preferencia por el verbo arracimar, me hubera gustado un nombre más sencillo".
Nació en mayo de 1917, aunque en esto los biógrafos aún disculten. Lo que sí es seguro es que la primera luz la vio en el poblado de Apulco, pueblo perteneciente al municipio de San Gabriel, ubicado en el distrito de Sayula, Jalisco.
El mismo escritor contaba que los Pérez Rulfo (apellido compuesto creado por sus propios antepasados) habían llegado de España por ahí del año 1790. El niño vivió en su localidad hasta la Guerra Cristera. Perdió a su padre y a su abuelo casi a la par, cuando contaba siete años. Poco después murió su madre.
El niño se trasladó junto a su abuela a San Gabriel y después a Guadalajara. Los lugares de la infancia nutrirán el contexto de sus obras. "San Gabriel sale de la niebla húmedo de rocío. Las nubes de la noche durmieron sobre el pueblo buscando el calor de la gente", escribe en su cuento "En la madrugada".
En Guadalajara terminará de forjar su carácter extremadamente reservado. En el orfanatorio de aquella ciudad aprendió a deprimirse, como él mismo repetía.
En 1935, ya en la ciudad de México, diversas ocupaciones lejanas a su trabajo de escritor le dieron el apoyo económico. De joven escribió una novela, la cual destruyó por considerarla "mala", propia de "un joven que empieza a escribir". Después de publicar algunos cuentos en revistas, salió a la luz El llano en llamas (1953), y dos años más tarde, Pedro Páramo.
Hay que decir que el éxito no fue inmediato. Rulfo cuenta que los primero tirajes de sus obras terminaban como obsequio para sus conocidos. Fue en la década de los setenta que el libro comenzó a circular en el continente y a traducirse. Uno de los logros de Pedro Páramo fue situarse en eso que Alejo Carpentier había llamado en 1949 "lo real maravilloso", que creció entre los escritores hispanoamericanos y provocó después el fenómeno del boom.
Los cuentos de El llano en llamas presentan a pesonajes imaginados por el autor, planteados en contextos históricos y físicos reales: Jalisco, la Guerra Cristera, la pobreza, entre otros, acompañados de una prosa renovada, la cual alcanzará su mejor técnica en Pedro Páramo.
En argumento de esta novela es sencillo: Juan Preciado llega a Comala a buscar a su padre, Pedro Páramo, y al hacerlo se encuentra un pueblo habitado por fantasmas. Lo demás es el desarrollo de historias subordinadas de cada uno de los personajes, Dolores Preciado, Abundio el parricida, y el amor de Pedro Páramo por Susana San Juan. En lo maravilloso y sencillo radica su grandeza.
Juan Rulfo murió el 7 de enero de 1986 en la Ciudad de México.
Dos libros fueron los que lo impulsaron al reconocimiento de intelectuales y lectores en el mundo: El llano en llamas y Pedro Páramo; el primero de 1953 y el segundo de 1955. Tanta fue la popularidad en el extranjero, que los visitantes recorrían Jalisco en busca de Comala, escenario de su novela, sin encontrarlo.
Rulfo relató su nacimiento a la escritora María Teresa Gómez: "Me llamo Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno. Me apilaron todos los nombres de mis antepasados paternos y maternos, como si fuera el vástago de un racimo de plátanos, y aunque sienta preferencia por el verbo arracimar, me hubera gustado un nombre más sencillo".
Nació en mayo de 1917, aunque en esto los biógrafos aún disculten. Lo que sí es seguro es que la primera luz la vio en el poblado de Apulco, pueblo perteneciente al municipio de San Gabriel, ubicado en el distrito de Sayula, Jalisco.
El mismo escritor contaba que los Pérez Rulfo (apellido compuesto creado por sus propios antepasados) habían llegado de España por ahí del año 1790. El niño vivió en su localidad hasta la Guerra Cristera. Perdió a su padre y a su abuelo casi a la par, cuando contaba siete años. Poco después murió su madre.
El niño se trasladó junto a su abuela a San Gabriel y después a Guadalajara. Los lugares de la infancia nutrirán el contexto de sus obras. "San Gabriel sale de la niebla húmedo de rocío. Las nubes de la noche durmieron sobre el pueblo buscando el calor de la gente", escribe en su cuento "En la madrugada".
En Guadalajara terminará de forjar su carácter extremadamente reservado. En el orfanatorio de aquella ciudad aprendió a deprimirse, como él mismo repetía.
El desarrollo de su obra
En 1935, ya en la ciudad de México, diversas ocupaciones lejanas a su trabajo de escritor le dieron el apoyo económico. De joven escribió una novela, la cual destruyó por considerarla "mala", propia de "un joven que empieza a escribir". Después de publicar algunos cuentos en revistas, salió a la luz El llano en llamas (1953), y dos años más tarde, Pedro Páramo.
Hay que decir que el éxito no fue inmediato. Rulfo cuenta que los primero tirajes de sus obras terminaban como obsequio para sus conocidos. Fue en la década de los setenta que el libro comenzó a circular en el continente y a traducirse. Uno de los logros de Pedro Páramo fue situarse en eso que Alejo Carpentier había llamado en 1949 "lo real maravilloso", que creció entre los escritores hispanoamericanos y provocó después el fenómeno del boom.
Los cuentos de El llano en llamas presentan a pesonajes imaginados por el autor, planteados en contextos históricos y físicos reales: Jalisco, la Guerra Cristera, la pobreza, entre otros, acompañados de una prosa renovada, la cual alcanzará su mejor técnica en Pedro Páramo.
En argumento de esta novela es sencillo: Juan Preciado llega a Comala a buscar a su padre, Pedro Páramo, y al hacerlo se encuentra un pueblo habitado por fantasmas. Lo demás es el desarrollo de historias subordinadas de cada uno de los personajes, Dolores Preciado, Abundio el parricida, y el amor de Pedro Páramo por Susana San Juan. En lo maravilloso y sencillo radica su grandeza.
Juan Rulfo murió el 7 de enero de 1986 en la Ciudad de México.
Estupendo, amiga, muchas gracias por presentárnoslo.
Beso
Posted by José Valle Valdés | miércoles, 01 febrero, 2012