EN EL BARRANCO DE VÍZNAR
En la madrugada del 19 de agosto de 1936, con España ya partida en dos por encarnizada Guerra Civil, Federico García Lorca era abatido a tiros, junto a varias personas más, en el barranco de Víznar, cerca de Granada. No le había servido de nada refugiarse en casa de la familia Rosales, afecta a los militares sublevados, ni la intercesión del prestigioso Manuel de Falla. Federico caía víctima de la fría decisión de quienes estaban lanzados a imponer en el país, mediante el uso de la más atroz violencia, la ley del más fuerte.
Las Efemérides de agosto recuerdan la figura del autor de “Romancero gitano”, en el setenta aniversario de su asesinato. Y rememoran, además, los cuatrocientos diez años de la salida hacia Flandes de Juana de Castilla; el Motín de los Sargentos de La Granja, que impone la restauración de la Constitución de Cádiz, en 1836, y la muerte del rey ostrogodo Teodorico el Grande, en 526.
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Nota aclaratoria: La foto superior dcha no corresponde a Víznar sino a uno de los muchos fosas que se remueven hoy día. Es una de las fosas del olvido.
Anexo visual: Recomiendo vivamente pinchen en las dos fotos superiores para visualizar sendas presentaciones de PowerPoint (pps) sobre Federico G. Lorca.
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HOMENAJE DE ALBERTI A LA FIGURA AMIGA Y LITERARIA DE LORCA
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"BALADA DEL QUE NUNCA FUE A GRANADA"
¡Qué lejos por mares, campos y montañas!
Ya otros soles miran mi cabeza cana.
Nunca fui a Granada.
Mi cabeza cana, los años perdidos.
Quiero hallar los viejos, borrados caminos.
Nunca vi Granada.
Dadle un ramo verde de luz a mi mano.
Una rienda corta y un galope largo.
Nunca entré en Granada.
¿Qué gente enemiga puebla sus adarves?
¿Quién los claros ecos libres de sus aires?
Nunca fui a Granada.
¿Quién hoy sus jardines aprisiona y pone
cadenas al habla de sus surtidores?
Nunca vi Granada.
Venid los que nunca fuisteis a Granada.
Hay sangre caída, sangre que me llama.
Nunca entré en Granada.
Hay sangre caída del mejor hermano.
Sangre por los mirtos y aguas de los patios.
Nunca fui a Granada.
Del mejor amigo, por los arrayanes.
Sangre por el Darro, por el Genil sangre.
Nunca vi Granada.
Si altas son las torres, el valor es alto.
Venid por montañas, por mares y campos.
Entraré en Granada.
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Rafael Alberti (1902-1999)
PUEDEN ESCUCHAR ESTE POEMA DE VIVA VOZ :
"Hoy, sólo hoy se hablará de Federico, mañana volveremos a nuestra 'mansedumbre'. Pero las 'Fosas del Olvido' guardan muchos más restos humanos producto de la ignominiosa guerra fraticida que hace setenta años nos estalló en el corazón. Personas olvidadas, personas como Federico. A todas ellas, mi homenaje más sentido.
Yo también perdí un ser querido a quien sólo conozco por fotos, pero ha de estar en uno de esas fosas, y no sé dónde. Nadie nos los devolverá, ni siquiera la Memoria Histórica, -con esos dimes y diretes que nos traen de cabeza y que tanto se reivindica últimamente- podrá devolvernos sus cuerpos, menos aún sus vidas, sus llantos y sus risas. Nos las arrebataron por la fuerza.
Quisiera rogar para que descansen en paz, pero dudo que mi deseo se haga realidad. Por ello, pongo una paloma sobre estas líneas. Un símbolo para dar nombre a este sentimiento inefable que nos embarga.
"Nunca la violencia que arranca tantas vidas de cuajo dejará los campos regados de muertos sin que se alcen voces contra ella. Ni setenta años ni cien años después. ¡Nunca!"
Mi antepasado se llamaba Eusebio Castaño Durán (25 años). Marchó al frente de Madrid, eso decían sus padres, pero no sabemos dónde cayó ni dónde yacen sus huesos. La noticia se recibió en la casa de mi abuela pocos meses después. "Tal vez de Madrid fué enviado a otro destino", decimos en familia. Sólo sabemos que murió pocos meses después de empezar la guerra.
Dedicado a mi tío abuelo Eusebio, a Federico y a todos los que cayeron:
"En una fosa, olvidado, nadie te reclama, ¿por qué yo no te reclamo? Setenta años han pasado, han pasado siete décadas y no estás olvidado.
Desde la foto nos miras como si nada te hubiera pasado. Yo no te olvido, jamás te olvidamos. Mientras el olvido no se agote, yacerás sobre nuestros doloridos costados..." Puri Avila.
Alicia Rosell (Purificación Ávila López), a 19 de agosto de 2006.