ARTHUR SCHOPENHAUER

"Lo que falta en la mayoría de las cabezas son dos cualidades emparentadas: juzgar y tener ideas propias”

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Existen pocos autores que dejen una huella tan profunda e imborrable en el pensamiento de sus sucesores como Arthur Schopenhauer. Nace en Danzig (hoy en día, Gdansk, Polonia) el 22 de febrero de 1788, en el seno de una familia acomodada. Con 9 años de edad, sus padres lo envían a La Haya, a fin de que aprenda francés y comience a conocer la actividad comercial. Entre 1803 y 1805, viaja por Francia e Inglaterra con su padre. Poco después, su padre cae en una profunda depresión, hasta que un accidente con todos los visos de ser, en realidad, un suicidio, acaba con su vida. Este suceso es un episodio esencial para entender la vida y obra de Schopenhauer.

La desaparición del cabeza de familia libera a Schopenhauer de seguir con los estudios de comercio. En 1806 lo encontramos apuntado al Instituto de Gotha estudiando letras, mientras su familia inicia una cálida amistad con Goethe. Sus estudios continuarán en Weimar y Gotinga, donde además de griego y latín estudia medicina, historia natural y filosofía. Su desgraciado amor por la actriz Caroline Jagermann termina con un fracaso extremadamente doloroso. Schopenhauer se matricula en las clases que el gran filósofo Johann G. Fichte da en Berlín, si bien es notoria su insatisfacción con los mismos. Para acabar de pintar en tonos sombríos estos años, cabe destacar la ruptura definitiva con su madre.

Entre 1813 y 1814 sucede un hecho importantísimo: Schopenhauer se introduce en la filosofía india. Se trata de la pieza definitiva que necesita para completar su teoría filosófica. Como resultado de este conocimiento, comienza la redacción de El mundo como voluntad y representación, que se publicará, finalmente, en 1819. El trabajo le abre las puertas de la Universidad de Berlín, y se dedica a la docencia, aunque durante muy poco tiempo. En 1826, un extraño accidente de su hermana Adéle hace pensar en un segundo intento de suicidio en la familia Schopenhauer, y reaviva el fantasma, siempre existente, de la depresión congénita.

En estos años, Schopenhauer vive ya apartado del mundanal ruido en Frankfurt. En 1835 publica La voluntad en la naturaleza (un sonado fracaso editorial) y, en 1838, entierra a su madre. En 1839 gana el concurso de la Real Sociedad de Noruega con el ensayo El fundamento de la moral. Este trabajo, junto a su segunda parte (que presenta al concurso de la Real Academia de Copenhague sin éxito) forman su obra Los dos problemas fundamentales de la moral, que publica en 1841. En 1844, la editorial Brockhaus publica una segunda edición de El mundo como voluntad y representación, aumentada con los Suplementos, revisada y corregida. Por fin, una nueva generación comienza a leer a Schopenhauer, quien comienza a ganar adeptos y discípulos.

Adéle muere en 1849. Dos años después se publica Parerga y paralipómena, opúsculos filosóficos, que acerca la obra de Schopenhauer al gran público. Durante sus años finales, Schopenhauer ve, por fin, reconocida su inmensa valía como filósofo. Muere el 21 de septiembre de 1860. Está enterrado en Frankfurt, bajo una lápida en la que tan sólo está grabado su nombre.

CURIOSIDADES

· Schopenhauer aborrecía a Hegel. No tan sólo su filosofía, sino a la mismísima persona. Cuando comenzó a dar clases en la Universidad de Berlín, hizo que coincidieran en horario con las de Hegel, a fin de quitarle alumnos. Sin embargo, mientras él era un absoluto desconocido, Hegel se encontraba en la cima de su popularidad. Sólo se apuntaron cuatro alumnos a las clases de Schopenhauer, por lo que hubo de abandonar la docencia. Por su parte, Hegel se limitó, sencillamente, a ignorar a aquel joven presuntuoso.

· Durante los últimos años de vida, Schopenhauer se consagró al estudio del magnetismo y del mesmerismo, que por aquella época causaban estragos entre las clases ilustradas.

· En 1854, el compositor Richard Wagner le envió una copia dedicada de su obra El anillo de los nibelungos . Entre las amistades de Wagner se encontraban el filósofo Friedrich Nietzsche y el teórico anarquista Mikhail Bakunin.

· El filósofo alemán amaba la literatura española (especialmente a Calderón), y hablaba un excelente castellano. Llegó a traducir el Oráculo manual y arte de prudencia de Baltasar Gracián, al que cita constantemente. Hablaba también el francés, el italiano y el inglés, amén de latín y griego clásicos.

· La mañana siguiente a su muerte, la asistenta lo encontró sentado con una sonrisa apacible en su cara. Muy apropiado para quien postuló que la desaparición es la única salvación posible.

· La Voluntad: Para Schopenhauer, el ser es voluntad. Se entiende esta voluntad como el deseo de ser y de permanecer, y es común a todos los seres vivos. Como tal, la voluntad es irracional, pues no tiene razón de ser. Es, por tanto, el deseo de seguir siendo y de repetirse.

· Representación: Schopenhauer acepta, hasta cierto punto, la idea básica de Kant, según la cual el mundo sólo existe en la medida en que la mente lo percibe como una representación. Sin embargo, Kant creía que el mundo “en sí” existía, mientras que para Schopenhauer no es sino parte de la voluntad experimentada. Así pues, la representación es el fenómeno visible de la voluntad.

· La Vida: Para Schopenhauer, la vida es dolor, caducidad y miseria. La existencia es un absurdo y un sin sentido. Por tanto, la única salvación es “disolverse en la nada”, anular la voluntad de vivir por medio de un ascetismo extremadamente riguroso. Es aquí donde más se nota la influencia del budismo y de las filosofías orientales en Schopenhauer.

· Dios: Schopenhauer niega toda validez a las religiones occidentales, especialmente al cristianismo organizado, y opina que la religión ha de ser una búsqueda individual de la trascendencia mediante el ascetismo. No niega determinados valores cristianos, pero los sitúa en un contexto crístico, según el cual la salvación es perder el deseo de existir (voluntad) y aspirar al Nirvana.

· El pensamiento de Schopenhauer es coincidente, en algunos aspectos, con el de Leibniz y con el de Kant, aunque representa una divergencia fundamental respecto a ellos, pues incorpora la filosofía oriental a sus conclusiones. Entre los pensadores más influidos por Schopenhauer se encuentran Freud (quien, sin embargo, parte de una dialéctica hegeliana) y Jung, si bien es Friedrich Nietzsche quien recoge la mayor parte de su herencia. Otros filósofos directamente deudores de Schopenhauer son Kierkegaard y Wittgenstein. Algunos ecos de su filosofía abundan en Darwin.

BIBLIOGRAFÍA

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· Premio de la Sociedad Real de Ciencias de Noruega, por Ensayo sobre el libre arbitrio, 1839, Oslo

· Miembro de Honor de la Real Academia Danesa, 1859 (rechazado)

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Fuente: Círculo.es

Posted by Alicia Rosell on lunes, 19 de junio de 2006 at lunes, junio 19, 2006 | Permalink