VIVIR POR Y PARA ESCRIBIR: UNA QUIMERA
"DEL DIARIO SECRETO AL BLOG SENTENCIADO"
Las cifras que se barajan en cuanto al número de Blogs existentes en Internet no hacen sino desanimarnos bastante. Sobre todo cuado alguien pretende que se lea lo que escribe, sinonimia de escritor lo llamaría yo.
Y es que, acabará ocurriendo como con los libros: Que se publican tantos que no hay mercado para tanto título y autores como salen. Y que, además, intentarán mantenerse a flote entre consagrados nombres de autores que llevan en las librerías varios lustros. El marketing deberá ser muy bueno, para mantenerse en el candelero, que el público lector continúe teniéndolos en cuenta y no deserten hacia otras obras y autores.
Si esto sucede en el mundo editorial, tan dura lucha por mantenerse en un puesto si no encumbrado, al menos honesto... ¿Qué me dirían entonces de los Blogs?
Cuando uno se desalienta ante la cantidad de libros que inundan librerías y superficies comerciales, una y otro que pretendemos publicar, nos cuestionamos por dónde o por cual resquicio tantearemos introducirnos para llegar hasta ese público que a buen seguro está esperando conocernos.
Mientras andábamos en esas lides, nacieron los Blogs, y una nueva luz se hizo para el aprendiz de escritor, para el novel que pasa de la vida bohemia y aspira a grandezas y otras ideas equivocadas que se tienen hoy día sobre la teoría y la práctica del oficio de escritor.
Esa luz brillaba, cabía la esperanza de “publicar” -entre comillas- lo que nadie quiso o no se atrevió a publicarnos. Eras, ya eres tu propio editor, pero aquí no hay contratos, ni dinero, ni promesas de lanzamientos que conviertan tu novela en best-seller.
Entonces, ¿quienes pueblan el universo “Bloggero o de la Blogosfera”? Barrunto, por mis paseos por dicha Blogosfera que se trata de una miscelánea de autores desconocidos que principian, amas de casa o adolescentes que los usan como Diarios -al estilo de los antiguos, pero con el sabor del romanticismo menoscabado- y toda suerte de personas que intentan contar sus penas y glorias usando el medio cibernético como escudo -el anonimato siempre está presente- para mejor resguardo de críticas y descréditos.
Las pretensiones bien pocas: los Blogs no dan para más, excepto que seas un escritor o escritora conocido y desees mantener un tête-à-tête con tus lectores incondicionales. Y estos, las más de las veces, optan por la Web, que me da en la nariz que siempre tuvo y tendrá más glamour; Y no es por despreciar, que la que suscribe se comunica con Uds. a través de su Blog.
Tan sólo intento animarme como puedo, perdida en esta selva Bloggera adonde sólo concurren unos pocos, y por curiosidad. De la cual me alegro, porque de lo contrario, continuarían mis escritos perdidos en el cajón desastre de mi mente, y en una singular fracción “biteriana” que me hundiría por siempre en "El País de los Escritores de Nunca Jamás Publicados Ni Leídos".
Muchas Gracias, pues los que están leyendo esto ahora han entrado en mi pequeño y modesto mundo de pensamientos y reflexiones para escrutar, reír o llorar conmigo, burlarse de alguna estúpida pamplina que escribo. Gracias aunque sólo estén curioseando -todos lo hacemos, como también yo acostumbro-. Así que, no nos vamos a echar las manos a la cabeza para autocensurarnos y censurar a los demás. ¡Yo, mucho menos! Estoy encantada de que se me lea desde la curiosidad, que por ser la madre de la sabiduría, quizá me alegre más aun.
¿Tengo, acaso, alguna otra opción válida para no hacerlo? Sí, claro, Uds. me dirán que hay mil formas de darse a conocer: Desde publicar en Webs temáticas a trabajar como “articulista”, para alguna revista literaria “online”. Hacerlo en papel es ya un privilegio destinado a unos pocos. La mayoría de las veces suele ser un espacio donde los atribulados escritores que cobran poco por las ventas de sus libros -al fin publicados-, se ganan un dinero extra para mantener su precaria economía de literatos conocidos, idolatrados o envidiados.
El llamado “columnismo”, el personaje del articulista, ya no está basado en un periodista sin más. Es un escritor que es periodista, un periodista que incursiona en la escritura o un periodista sin más. Como vemos, los caminos del señor son inescrutables. Y los caminos de los escritores son tanto más que insoslayables.
Comenzaba este artículo hablándoles de los Blogs. No deseo perderme en más vericuetos de esta mente febril que poseo, de modo que, para que me entiendan, mi cuestionamiento no es banal. O, eso creo yo.
Si existe la friolera cifra de varios millones de Blogs creados, si a cada segundo se crean en número indeterminado, y a la par se estancan o desaparecen el doble, tengo razones más que suficientes para hacerme la pregunta con la que encabezo este escrito.
Las estadísticas derrocan. Es ahí donde se palpan los baremos de las listas de libros más vendidos, el pulso de los éxitos y fracasos en ferias y congresos del libro: escritores, agentes, libreros y editores se reúnen para auscultar el corazón del mercado literario.
Amigo lector, si sólo deseas escribir para ti, bienvenido a la Blogosfera, es un campo abonado para que te des la palabra tú mismo. Pero si lo que de veras deseas es publicar en soporte libro tendrás que moverte, además, por otra selva no menos variopinta y difícil: la de las editoriales y/o certámenes literarios. Te darán alas para volar sobre el espacio ínter náutico y tu nombre, se sostendrá por la certeza de su sola mención.
El contador de tu Web o tu Blog puede hacer saltar "la banca de visitas" por día u hora. Sólo entonces podrás considerarte afortunado, y no tendrás que cuestionarte si debes o no seguir escribiendo tras un alias o seudónimo. Sólo así dejarás para siempre los blocs y Diarios antiguos guardados en el fondo de un cajón olvidado de tu escritorio.
Te habrá llegado la hora de formar parte de la nómina de afortunados mortales que viven solo por y para escribir. Claro que, ahora que lo pienso, no sólo de palabras vive el hombre. ¿Quién nos garantiza que poseamos medios para llevarnos a la boca, siquiera, un mendrugo de pan?
La Ley de la Oferta y La Demanda están vigentes en todos los aspectos de nuestra vida, como las Matemáticas -eso dicen- y la Política.
Gracias al Cielo, todavía existen genuinos bohemios de las letras, servidora se cuenta entre ellos, y Gracias a Internet que me da la posibilidad de llegar a todos Uds. sin más pretensión que me lean.
Si gustan brindarme una limosna, por favor, déjenme un comentario en mi Blog, o escríbanme un correo.
Créanme que les estaré eternamente agradecida y esta, que suscribe y se ratifica en lo escrito, les será fiel tanto en la pobreza (anonimato) como en la fortuna (éxito). Como colofón, la frase anterior me da pié a este final lapidario: “Hasta que la muerte nos separe, yo me declaro tu esposa, querida Literatura y te seré fiel, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza...” Añadan Uds. algo de su cosecha: Seguro que más de uno se replanteará si seguir luchando o abandonarse a la suerte. ¡Amén!
Por Alicia Rosell.
(Extracto de mi recopilatorio “Mis impresiones Literarias”).
13 de abril de 2006- Jueves Santo.
Publicado en http://www.lecturasdigitales.com.ar
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