DIARIOS DE UNA MUJER COSMOPOLITA Y PIONERA
ZENOBIA CAMPRUBÍ, ESCRITORA Y MUJER
Esposa de Juan Ramón Jiménez
24-08-2006
24-08-2006
SE PUBLICAN LOS DIARIOS DE ZENOBIA
Culta, independiente, cosmopolita y pionera en la defensa de los derechos de la mujer. Así era Zenobia Camprubí, esposa y compañera inseparable de Juan Ramón Jiménez, a quien dedicó su vida. Ahora, con motivo del cincuenta aniversario de su muerte, se publica el tercer tomo de sus diarios y se reeditan los dos primeros.
Unos diarios que se publicarán en septiembre, editados por Alianza, y que arrojarán luz sobre el carácter y la vida de esta mujer muy singular y muy avanzada para su época, más conocida por ser el asidero y el complemento perfecto del poeta que por sus cualidades intelectuales o artísticas.
En estos textos, escritos a lo largo de más de los veinte años que duró el exilio de la pareja, la autora da testimonio de su vida y de cómo se enfrentó a las circunstancias que les tocó vivir, no sólo en España, sino en Estados Unidos, Cuba y Puerto Rico.
Además, este Diario tiene, como indica en el prólogo Graciela Palau de Nemes, profesora de la Universidad de Maryland y experta juanramoniana, 'un valor social e histórico, porque la vida de Zenobia y Juan Ramón en el exilio, ya comenzada la Guerra Civil, abunda en datos relacionados con la conducta propia y de otros exiliados españoles con los que tuvieron contacto durante la residencia en La Habana, Estados Unidos y Puerto Rico'.
BIOGRAFÍA:
Zenobia, nacida en Malgrat de Mar en 1887, era hija de una familia culta y rica. Su padre, ingeniero de Caminos, se había casado con Isabel Aymar, hija de un próspero comerciante norteamericano, quien, aunque nacida en Puerto Rico, fue educada en los mejores colegios de Estados Unidos, como luego le pasaría a su hija.
La mujer del poeta, tras ser educada por su madre y su abuela y por profesores particulares, y después de instalarse en Estados Unidos con la madre divorciada, realizó estudios universitarios en la Universidad de Columbia. Momento éste en el que entró en contacto con el incipiente feminismo americano.
Esposa, inspiradora, compañera de traducciones, amante, enfermera, secretaria y madre. Todo eso y más fue Zenobia Campubrí para el gran poeta de Moguer, de quien no se separó nunca hasta la muerte de ella, el 28 de octubre de 1956, tres días después de que a Juan Ramón le concedieran el premio Nobel.
Campubrí, primera traductora al castellano de Tagore, empezó a poner en papel sus vivencias el 2 de marzo de 1937 y las últimas páginas las dejó de escribir un mes y medio antes de su muerte, cuando estaba internada en el Massachusetts General Hospital de Boston, donde acudió por tercera vez, intentando curarse del cáncer que la llevó a la muerte.
El Diario está escrito en inglés y en español. Zenobia escribía en inglés cuando residía en un país de habla hispana y en español cuando se encontraba en un país de habla inglesa.
Así, este Diario se divide en tres partes: el primero, dedicado a la residencia en Cuba, de 1937 a 1939; el segundo, a su vida en Estados Unidos, de 1939 a 1951, y el tercero, a la estancia en Puerto Rico, de 1951 a 1956.
El tercer tomo, que sale ahora como novedad absoluta, aunque los otros dos no están en circulación desde hace años, recoge, como dice Graciela Palau, 'la extraordinaria actividad de Zenobia, enferma de muerte en los últimos años de vida. Y en él no aparecen reflexiones sobre la muerte, ni conmiseraciones de su persona, ni expresiones de condolencia para los que están a su alrededor, incluyendo a Juan Ramón'.
'El Diario de Puerto Rico' da testimonio de todos los nombres de la élite portorriqueña y española, médicos y amistades que se encargaron de cuidar a Zenobia y Juan Ramón, también enfermo. Hay que recordar que el poeta ya había tenido en 1950 una gran depresión nerviosa.
En este tomo se aprecia también la urgencia de Zenobia por dejar terminada la obra del autor de 'Diario de un poeta recién casado', destinada a aparecer en la tercera antología poética, y por tener todo 'arreglado y resuelto' antes de ingresar en el hospital. Se preocupó hasta el último momento de que no le faltasen los cuidados al gran poeta cuando ella desapareciera.
Juan Ramón, que murió dos años después, desolado por la muerte de Zenobia, escribió: 'A Zenobia de mi alma, este último recuerdo de Juan Ramón, que la adoró como a la mujer más completa del mundo, y no pudo hacerla feliz. J.R. Sin fuerza ya'.
Terra Actualidad - EFE