"LOS MANUSCRITOS NO SOLICITADOS"
En primera instancia
Sector editorial
Sala Segunda de lo cultural
Sala Segunda de lo cultural
Han sido vistas las diligencias seguidas contra el Sector editorial y ha sido probado y así se declara como:
HECHOS PROBADOS
1.- Que era conocida la existencia de 289 “manuscritos no solicitados”, siempre los mismos, que van circulando de editorial en editorial, rara vez son leídos y no se publican nunca. Ítem más: que el número se mantiene constante, si bien un 10% de ellos se renueva cada año, ya que algunos desaparecen (por fatiga, fallecimiento o autoedición) y se incorpora la misma cantidad de nuevos autores inéditos. Ítem plus: que dichos 289 manuscritos, con distintos títulos y bajo diferentes seudónimos, son enviados a los más de 1.600 concursos literarios que en España se convocan cada año.
2.-Que, sin embargo, era desconocida hasta los últimos años la existencia de la misma rotación insensata en el sector editorial, pero que ya ha sido constatada fehacientemente. Ítem más: todas las grandes (y pequeñas) editoriales se han venido intercambiando los editores desde hace unos años, de suerte tal que todos han trabajado en todas (o están a punto de hacerlo). Ítem plus: a título de ejemplo, se vio salir propulsados a varios directivos de Espasa, como aerolitos desprendidos que van chocando en el vacío con otros cuerpos celestes en tránsito; Malcolm y Joaquín Palau han cambiado Destino por RBA; Ricardo Artola va de Planeta a Ediciones B; Emili Rosales, de Planeta a Destino; Carmen Fernández de Blas ha recorrido Plaza & Janés, Ediciones B, Random House… hasta llegar a Martínez Roca, donde sustituyó a Pablo Martínez, que se fue a Suma de Letras, de donde se había marchado Ana Rosa Semprún en dirección a Espasa; Javier Azpeitia deja Lengua de Trapo y se va a 451; Juan Pascual, de Ediciones B a El Andén, con Enrique Murillo y Carlos Pujol, que venían de… ¿es necesario seguir? Sin duda, una semana después de la vista oral, ya habrán vuelto a cambiar todos de sitio, como si fuera un caleidoscopio o el juego de las “sillas musicales”, en el que todos van girando, siempre hay una silla menos que jugadores y, cuando para la música, ocupan la silla más cercana (y cada vez sale uno de los jugadores despedido).
3.-Que, por inverosímil que parezca, son los editores los que lamentan la deslealtad de los autores y les acusan de cambiar de editorial sin miramientos en cuanto les ofrecen algo más de dinero.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
Los hechos probados son constitutivos de un delito de desparpajo paquidérmico y de un delito grave de negligencia. Hasta hace poco una editorial era un proyecto, con un catálogo coherente y una (moderada) capacidad de aceptar riesgos. Como todo proyecto, se apoyaba en un equipo estable de personas, en sus ideas y su visión del negocio. Sin embargo, a los editores ya les da lo mismo ocho que ochenta, siempre que les suban (o les conserven) el sueldo. Su negligente conducta ha causado la desprotección de los autores, hasta el extremo de que, en la prueba testifical, se han constatado varios casos de escritores que ya no sabían quién era su editor ni con quién tenían que hablar. Se han acreditado casos de novelistas que cambian de editorial varias veces para poder seguir manteniendo el mismo editor. La cínica reclamación de fidelidad que los editores tránsfugas llevan a cabo con los autores incurre de lleno en ilícito penal y, además, agrava un panorama que ya era desolador: 289 manuscritos giratorios, miles de premios anuales, decenas de miles de títulos (de los cuales sólo se venden media docena), operaciones comerciales para imponer libros infumables… y encima un enjambre de editores revoloteando sin más objetivo que ocupar un despacho más grande cada vez (o al menos mantenerse en vuelo).
ACUERDO
Que debo condenar y condeno al sector editorial, como autor de un delito de desparpajo paquidérmico, a mantenerse durante dos semanas sin cuenta de gastos ni tarjetas de empresa.
Que debo condenar y condeno a los editores, como autores de un delito de negligencia, a la pena de pasar a depender de una ETT (empresa de trabajo temporal), que los irá colocando en diferentes puestos al ritmo vertiginoso que ansían, a la vez que detrae la mayor parte de su salario para entregarlo a los desamparados autores.
Así lo pronuncio, mando y firmo,
Rafael REIG
Contra esta resolución cabe interponer recurso de apelación en el plazo de siete días ante el juzgado digital de segunda estancia: www.elcultural.es
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