EL RENACIMIENTO DE LA MUJER ÁRBOL
" [...] Quisieron hacer leña del árbol caído, pero el árbol tenía profundas y largas raíces, llegaban tan lejos y tan hondo que brotaban ramitas por doquier. No siempre el árbol talado deja de existir. Resucita para recordarnos que vivió allí, que sus retoños les relevarán [...]"
El poder de la Naturaleza supera las maldades del ser humano. Es la forma que tienen de recordarnos que no somos nada ni nadie sin ellos. Nos dicen los árboles: ¡Por favor, no nos talen más que somos su fuente de vida! Se lo dice también la mujer árbol -ríanse con la ocurrencia-, esta mujer que suscribe, de la cual se rieron un día por querer salvar su jardín frondoso. Y no soy baronesa.
Piensen conmigo ahora en las personas que se ven obligadas a huir de sus casas, los refugiados de tanta guerra inútil, gente que perdió sus raíces para huir del escarnio del totalitarismo. ¿Se sentirán como el árbol caído despues de ser talado...? ¿Pensarán que después quizá harán leña con ellos? Tristemente, no van descaminados.
El símil puede no ser afortunado, pero no se me ocurre mejor manera de rechazar la manipulación, los poderes fácticos y los políticos que hacen y deshacen por nosotros: imbéciles e ignorantes, muchos. Desde el alcalde de un pueblo al presidente de alguna Nación, pocos logran mirarnos a los ojos sin sentir culpabilidad, y si lo hacen, no sienten escrúpulos.
Pido perdón si alguien se siente aludido por el simple hecho de ser político. No pretendo generalizar. Escribí este texto desde la rabia y la impotencia que me han causado ciertos señores, dícense políticos pero que con 'tácticas de avestruz' tengo el 'desplacer' de encontrarme incluso en la puerta de mi casa, que gobiernan mi pueblo, -y no es mi ciudad-, y mi Comunidad.
No pretendo meter en el mismo saco de escoria a quienes luchan por unos ideales con la frente en alto y pensando en su pueblo. Que haberlos, háilos: Me jacto de haber nacido en un pueblo donde su alcalde es un gran político y Señor, Don Pedro L. -y no me importa su ideología política-.
¡Lástima, pues de quienes hablo en este texto, no puedo decir lo mismo, ni mencionar sus nombres: Correrían represalias! ¿Pueden creerlo en estos tiempos de democracia? Ya lo dice el refrán, "piensa mal y acertarás". Y no soy suspicaz, sino perspicaz, fiel a mis convicciones, profundamente amante de la verdad y me revelo contra la hipocresía.
Algún día se hará justicia, espero. Me pregunto si existe la justicia divina, humana o la providencial. No está mi mente para más desvaríos, lo confieso. Mi rabia y mi dolor no son comparables con otros sentimientos inefables que sus 'señorías' me inspiran viendo cómo sólo son víctimas del 'maniqueísmo'.
Se envilecen por dinero, nos matan con la especulación urbanística y se felicitan por la búsqueda de un camino que sólo siembran de espinas cuando, ¿creyeron que sembraban margaritas? Ni los burros se los comen, señores. Planten, osados matarifes de la naturaleza, que la cosecha se sirve como la venganza: sóla y en bandeja fría, ya lo verán en las décadas venideras. Pues en los próximos comicios no pongo mis esperanzas... si apuesto mi cabeza, la perdería.
El árbol es la Nación, sus raíces son el Pueblo. La salvación sólo nos llegará de sus manos extendidas en forma de ramas. Le doy gracias al Cielo -a modo de oración lo digo- porque todavía quedan muchas personas buenas. Ya ven: aún me queda esperanza en el ser humano."
El poder de la Naturaleza supera las maldades del ser humano. Es la forma que tienen de recordarnos que no somos nada ni nadie sin ellos. Nos dicen los árboles: ¡Por favor, no nos talen más que somos su fuente de vida! Se lo dice también la mujer árbol -ríanse con la ocurrencia-, esta mujer que suscribe, de la cual se rieron un día por querer salvar su jardín frondoso. Y no soy baronesa.
Piensen conmigo ahora en las personas que se ven obligadas a huir de sus casas, los refugiados de tanta guerra inútil, gente que perdió sus raíces para huir del escarnio del totalitarismo. ¿Se sentirán como el árbol caído despues de ser talado...? ¿Pensarán que después quizá harán leña con ellos? Tristemente, no van descaminados.
El símil puede no ser afortunado, pero no se me ocurre mejor manera de rechazar la manipulación, los poderes fácticos y los políticos que hacen y deshacen por nosotros: imbéciles e ignorantes, muchos. Desde el alcalde de un pueblo al presidente de alguna Nación, pocos logran mirarnos a los ojos sin sentir culpabilidad, y si lo hacen, no sienten escrúpulos.
Pido perdón si alguien se siente aludido por el simple hecho de ser político. No pretendo generalizar. Escribí este texto desde la rabia y la impotencia que me han causado ciertos señores, dícense políticos pero que con 'tácticas de avestruz' tengo el 'desplacer' de encontrarme incluso en la puerta de mi casa, que gobiernan mi pueblo, -y no es mi ciudad-, y mi Comunidad.
No pretendo meter en el mismo saco de escoria a quienes luchan por unos ideales con la frente en alto y pensando en su pueblo. Que haberlos, háilos: Me jacto de haber nacido en un pueblo donde su alcalde es un gran político y Señor, Don Pedro L. -y no me importa su ideología política-.
¡Lástima, pues de quienes hablo en este texto, no puedo decir lo mismo, ni mencionar sus nombres: Correrían represalias! ¿Pueden creerlo en estos tiempos de democracia? Ya lo dice el refrán, "piensa mal y acertarás". Y no soy suspicaz, sino perspicaz, fiel a mis convicciones, profundamente amante de la verdad y me revelo contra la hipocresía.
Algún día se hará justicia, espero. Me pregunto si existe la justicia divina, humana o la providencial. No está mi mente para más desvaríos, lo confieso. Mi rabia y mi dolor no son comparables con otros sentimientos inefables que sus 'señorías' me inspiran viendo cómo sólo son víctimas del 'maniqueísmo'.
Se envilecen por dinero, nos matan con la especulación urbanística y se felicitan por la búsqueda de un camino que sólo siembran de espinas cuando, ¿creyeron que sembraban margaritas? Ni los burros se los comen, señores. Planten, osados matarifes de la naturaleza, que la cosecha se sirve como la venganza: sóla y en bandeja fría, ya lo verán en las décadas venideras. Pues en los próximos comicios no pongo mis esperanzas... si apuesto mi cabeza, la perdería.
El árbol es la Nación, sus raíces son el Pueblo. La salvación sólo nos llegará de sus manos extendidas en forma de ramas. Le doy gracias al Cielo -a modo de oración lo digo- porque todavía quedan muchas personas buenas. Ya ven: aún me queda esperanza en el ser humano."
"A quien no entendió este panegírico sobre el árbol caído y el renacer de la mujer árbol, les invito a que lean mi..." LA ARBOLEDA PERDIDA
Hoy no quise morderme la lengua, ni sellar mis labios.
(09 junio de 2006) - Texto revisado hoy, dia 5 de octubre de 2006.
Autora: Alicia Rosell.-
Hoy no quise morderme la lengua, ni sellar mis labios.
Etiquetas: Alicia Rosell, Artículos, Mis Reflexiones, Vivir por y para escribir
Amiga Purificación: Ya que colocas fotos bonitas en tu blog y eres amante de la naturaleza (como buena romántica) no sé si conoces al fotógrafo Jim Brandenburg, especializado en fotos de paisajes y naturaleza: http://www.jimbrandenburg.com/flash/index_flash.html
Espero que te sirva.
Saludos, Bartleby.
Posted by Bartleby | viernes, 06 octubre, 2006
Amiga Alicia:
Hablando de árboles caídos y de naturaleza, te cuento una anécdota que me remitió hace unos días hacía el don perdido de la inocencia.
Recuerdo muy vagamente la época de la inocencia televisiva (sólo TVE y UHF); se corresponde con la época de inocencia general, cuando la falta de medios de comunicación y de formación de conciencias impedía el totalitarismo uniformizador y aburrido en el que estamos.
Hoy se habla de telebasura, no conozco sus límites. Zapear me hace ignorarlos pero permite un buen análisis por muestreo aleatorio, o sea estadísticamente significativo. En el descanso (antes se decía 'descanso') del programa 59 segundos pasaron un anuncio de su próximo programa: "La evolución del PP", con el gancho publicitario de "Se habla mucho de la derecha extrema; ¿evoluciona el PP hacia la derecha extrema?" Con la conclusión subliminal pero obvia de "¿Votaría usted a la derecha extrema, buen hombre? No lo haga; vote algo que pueda luego contar a su cuñado, a sus amigos." El voto del futuro.
Saludos, Bartleby.
Posted by Bartleby | viernes, 06 octubre, 2006
Estimado, Bartleby, gracias por el enlace que me facilitas sobre Jim Brandemburg. En cuanto escriba esto lo miro, ya le comentaré. También usted, amigo, cuelga bonitas fotos de galeristas, estoy segura que me servirá.
Un saludo.
Puri.
Posted by Alicia Rosell | viernes, 06 octubre, 2006
Estimado, Bartleby, Alicia le dice que no ha perdido la inocencia, que por ello quizá use seudónimo sin saber que Alicia no dejará nunca de ser Purificación.
Sigo creyendo en el ser humano, digo, y me explico: ¡Divina inocencia cuando es inherente y no forzada! Es tanto mi deseo de no perder la esperanza que Alicia es una coraza, el escudo que interpongo después de haberme llevado algún que otro buen 'chasco'.
Esta Alicia se adentró en el País de las... Pesadillas. Inocente siempre, Alicia pensó que entraba en el de las Maravillas. Incluso donde todo es mágico y pura fantasía, la pobre Alicia se topó con algunos peligros, me pregunto si al salir del sueño perderá al fin su inocencia. Mientras tanto, aprende sóla y en compañía. Parece que alguien le dijera al oído: "Así aprenderás a distinguir el bien del mal, anda, Alicia, camina por esa senda..." ¿Es la bruja mala o la buena quien le habla? ¿O era el hada? Alicia camina, pero ha aprendido a mirar quien lleva por detrás.
Sé que entiendes mi alegoría, y cuánto de respuesta le doy a tu comentario hacia el don perdido de la inocencia.
Un saludo afectuoso, amigo.
Puri.
Posted by Anónimo | viernes, 06 octubre, 2006